Planeo hablar aunque sea 5 minutos con cada uno, pero no soy un autómata y quizás eso se extienda a siete, o tal vez esté tan inspirado que una palabra mía baste para que nos iluminemos y entendamos en un instante.
Luego de estos momentos de intimidad, nos sacaremos la foto de egresados, nos firmaremos la remera, yo saludaré a sus padres, pasaremos un power point de cuando eran chicos, vendrá el director a decir unas palabras y después se subirán al trencito de la alegría, que los conducirá sin dudas a la nueva sede de Ciencias Sociales. Yo los despediré con un pañuelo empapado en lágrimas de emoción.
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